OBRAS EN 2015 Y EFECTOS COLATERALES

 
     Si se cumplen las fechas previstas, a finales de enero de 2015, comenzarán las obras del soterramiento del paso a nivel de Urduliz, con la instalación de una bretel entre la estación de Sopelana y el taller; para continuar después, durante dos años, con trasbordo en autobús entre las estaciones de Sopelana y Plentzia. Estas obras tendrán una gran repercusión entre los usuarios y personal de metro. Se han negociado y firmado nuevos cuadros de estaciones y de trenes, ESK no lo ha hecho. El comité trasladó una propuesta, a día de hoy sin contestar, para intentar minimizar los problemas y pegas que observábamos en los planes de la empresa (mirar actas del Comité de Empresa).
    
     Con el cierre de las estaciones de Urduliz y Plentzia, se reforzará  el cuadro de Larrabasterra y Sopelana y aparecerá un nuevo cuadro para atender el trasbordo durante todo el servicio.
En trenes las consecuencias son peores ya que, al realizar menos kilómetros, hay menos trenes y conductores y, en la PAS, habrá más días de trabajo. Otra consecuencia es que, pese a quedar planificado el inicio y final de la obra y sus turnos correspondientes, la realidad nos dice que lo más probable es que no se cumplan los plazos; y por lo tanto las horas planificadas se modificarán y cada uno tendremos más o menos horas en función de los turnos que hagamos. Habrá, como mínimo, tres roturas de cómputo en estos dos años.
 
     Evidentemente estas obras son necesarias y su afección en nuestro trabajo difícil de evitar, pero hay medidas que pueden mitigar estos problemas. ESK ha propuesto en los comités donde se ha presentado el plan, que las roturas de cómputos que se produzcan, las asuma la empresa en todos los casos y no vayan a la bolsa; salvo, evidentemente, las favorables. Para nosotros es irrenunciable esta propuesta y, mientras no se apruebe, no vamos a firmar unos cuadros que en cierta medida los autorizan.
 
     Estamos en una situación  especial, con obras largas y muchas horas en juego, problemas en seguridad, etc.; y, como mínimo, creemos que la empresa debe asumir esas horas como un gesto hacia nosotros y nosotras.
 Si la empresa, amparándose en el convenio, no entiende que ante situaciones especiales debe haber soluciones especiales, exploraremos la posibilidad de movilizarnos, iniciar protestas etc.; si la mayoría lo vemos conveniente.